Sé que a pocas personas les importará lo que estoy escribiendo y lo que estáis leyendo a continuación, pero sentía la necesidad de hacer un resumen para recordar todo lo que he vivido en este 2015. Al fin y al cabo, no todo ha sido negativo en este año, aunque las últimas etapas han sido muy dolorosas en muchos aspectos, algunos de los cuales habréis podido intuir con las entradas de este blog. En fin, sin más dilación, me dispongo a resumiros lo que ha sido el 2015 para mí y cuáles han sido las vivencias más reseñales de este último año. Quizá lo estéis leyendo aun en el 2015, en las últimas horas o los últimos minutos de año. La mayoría, seguramente, lo estéis leyendo ya en el 2016. De cualquier forma, quiero empezar deseándoos un feliz año. Comencemos.
Por primera vez en toda mi vida, empecé el año acompañado de una persona, por aquel entonces, muy querida. No compartíamos sangre ni apellidos, y ningún vínculo nos unía en familia, aunque, para mí, formaba parte de mi familia como si fuese una hermana. En este punto habréis intuido quién era. Sí, pasé el 1 de enero en su compañía, y fue una noche que, aparte de los momentos más reseñables que no mencionaré, no por privacidad sino por falta de tiempo, jamás olvidaré. No podía imaginarme un comienzo de año mejor, dadas las circunstancias. Obviamente, hubiese podido ser mucho mejor, pero hubiese sido solamente en un sueño utópico.
El primer medio año no estuvo mal, quitando pequeños detalles tontos. Estuve en buena compañía, mi, por aquel entonces, hermana y yo estábamos más unidos que nunca, me había acercado aun más a algunas personas que me habían aportado algo de estabilidad en mi vida, buenos amigos los llamaba y, a algunos, los sigo llamando. Pero el verano, como todos los años, siempre me aguardaba algo negativo, el comienzo de algo fatal en mi vida. Poco a poco, A. y yo nos fuimos distanciando. Ya no existía esa esencia que nos unía en un vínculo de hermanamiento, sentía que ella se alejaba y que, poco a poco, le importaba más su orgullo que mis sentimientos. Esto lo dejó patente cuando, por su culpa, estuvieron a punto de denunciarme por una gilipollez y ella nunca fue capaz de dar la cara y decir que ella era la única responsable. Tuvo que ser su padre quien interviniera por mí para evitarme problemas. Menuda hermana era, ¿eh?
Sus compañías, ahora nazis, empezaron a llevarla por el mal camino. Ella, una chica sana y alegre, empezó a beber y a odiar a todo el mundo, a ser egoista y a convertirse en lo que siempre había repudiado. Y luego se quejaba de su hermanastra, cuando ella iba por el mismo camino... Todo fue a peor hasta que, como habréis leido en la entrada "Dama de discordia", se fue todo a la mierda.
Creyendo que las fiestas serían deprimentes para mí al verme solo con mi madre tanto en nochebuena como en nochevieja, deseaba que todo se acabara pronto, que el mundo explotara y nos fuésemos todos a la mierda, que se extinguiera la humanidad y yo con ella. Pero un rayo de esperanza vino a Málaga. Una persona a quien conozco desde hace mucho tiempo y que llevaba bastante deseando conocer en persona vino a pasar las fiestas conmigo. De hecho, estoy escribiendo estas líneas mientras esa persona está en la ducha, antes de irnos los dos a comer. Así que, bueno, supongo que puedo decir que terminaré este año tal y como lo empecé. Misma historia, distintos personajes. Solo espero que el final de esta historia cambie lo suficiente como para no volver a caer en otra depresión. No sé cuántas llevo ya, no sé cuántas estoy afrontando, ni sé cuánto tiempo aguantaré todo esto, pero, al menos, ahora estoy acompañado de alguien que me quiere y me aprecia y le agradezco que, después de todo, me esté apoyando tanto en estos momentos difíciles en los que una persona considerada hermana se ha convertido en la peor de mis damas de discordia.
Sí, en el tema sentimental he estado constantemente en un montaña rusa, y casi me cuesta la vida. Espero que ahora el ámbito sentimental sea más estable.
¿Y qué hay de lo demás? Os preguntaréis, panda de cotillas. Bueno, empecé el año sin estudiar ni trabajar, esperando a que llegase el verano para echar la matrícula para bachillerato. Debido a la incompetencia de la secretaría de un instituto, no pude entregar la solicitud a tiempo (la hubiese entregado, pero no me la habrían aceptado por estar incompleta). Eso me obligó a cambiar mis planes y echarla en un FP de grado medio: Sistemas microinformáticos y redes. Si me leisteis por Twitter, sabréis que estaba impaciente por empezarlo. Todo cambió cuando una pelea con la dama de discordia me desmotivó y me hizo largarme de ahí. Genial, ¿eh? Otro curso que dejo, ahora en tiempo record...
Al menos pude centrarme en el Sindicato de Estudiantes, donde, lo que considero un ascenso, me ha hecho ser responsable de Finanzas en la sección sindical de Málaga. Además, he tenido un trimestre bastante movido, así que no puedo quejarme con la acción sindical de este curso. Eso sí, miedo me da empezar en enero. ¿Alguien me hace el relevo?
Y hablando del SE, una vivencia que jamás olvidaré y que espero repetir el año que viene fue la feria. Sí, este año pude ir a la feria y estar en la caseta del SE como "servicio de orden". A pesar de ser el nuevo, el extraño, el novato, me desenvolví bien. Será porque, aunque era nuevo en la caseta, tenía experiencia en manis y los compas tenían tan buen rollo que sentía que los conocía de toda la vida. Fue algo único e inolvidable, y espero que en la feria de 2016 se vuelva a repetir.
En fin, no os daré más la brasa. Si habéis llegado hasta aquí, felicidades por leer algo tan aburrido. Si no habéis llegado hasta aquí, no me molestaré en mandaros a la mierda porque no lo leeréis. De hecho, no sé por qué sigo escribiéndoos, panda de vagos y cretinos. Gracias a los pocos que habéis estado en este 2015, espero teneros de nuevo a mi lado en el 2016. Al resto... bah, no merece la pena.
jueves, 31 de diciembre de 2015
sábado, 12 de diciembre de 2015
Dama de discordia
Quien me conoce desde hace tiempo sabe que tengo muchas damas de discordia. Ya había olvidado sus rostros, sus nombres, sus voces y sus pecados. Lo había olvidado todo por completo, hasta hoy. Hoy ha nacido una nueva dama de discordia para mí. Esa persona por la cual hubiese dado mi vida si hubiese hecho falta, esa persona por la que no me importó salir a buscarla de noche por la ciudad cuando no dio señales de vida y en su casa estaban preocupados, esa persona por la que el dinero era algo sin importancia para mí, esa persona a la que siempre recibí con los brazos abiertos, esa persona por la que estaba dispuesto a hacer todo lo que hiciera falta solo por verla sonreir... Esa persona que me lo ha pagado con mentiras y engaños.
¡Qué tonto fui el no darme cuenta de que solo venía por interés! A veces por no estar sola, a veces por jugar con mis consolas, a veces por comer gratis y, a veces, por recibir todo lo que ella quisiera. Hubiese hecho un pacto de sangre por ella sin dudarlo, para que nuestra relación no fuese solo una palabra, para que hubiera otro motivo por el que llamarnos hermanos, para que mi sangre corriera por sus venas y la suya corriera por las mías. Y pensar que lo fue todo para mí...
Había olvidado todo acerca de mis damas de discordia gracias a ella, y, ahora, lo recuerdo todo de nuevo, con más fuerza que antes y con un capítulo más duro que los anteriores. Mi nueva dama de discordia... espero que estés orgullosa.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Quizá lo deje todo.
Es algo que llevo planteándome hace un par de meses. No me encuentro con la motivación necesaria para seguir con los proyectos que tenía antes. No tengo inspiración para continuar con "El precio de la libertad", lo cual me preocupa muchísimo teniendo en cuenta lo que significa esa novela para mí, y tampoco tengo ganas de componer canciones. No sé qué pasará con todo, la verdad, pero esta desgana apunta a que posiblemente cierre todos mis proyectos y los deje abandonados. Llevo ya dos meses encontrándome mal conmigo mismo y con todos los que me rodean. Me siento solo y desamparado. Pienso y veo solo mentiras de la gente, mentiras que me he ido creyendo todos estos años. Y ya estoy cansado, la verdad...
No encuentro ningún motivo con el que seguir adelante con todo esto. No sé si será algo definitivo o con el tiempo acabaré volviendo a tener ganas, pero la experiencia de estos últimos dos meses, empezando por las interminables peleas que he estado teniendo con una de las personas más importantes de toda mi vida y terminando con el sentimiento de soledad, me dice que esto no es cuestión de tiempo y que, seguramente, sea algo definitivo. Lo más seguro es que, una vez más, deje sin terminar "El precio de la libertad", abandone el rap y cuelgue la cámara. Porque yo ya no puedo más, la verdad.
No encuentro ningún motivo con el que seguir adelante con todo esto. No sé si será algo definitivo o con el tiempo acabaré volviendo a tener ganas, pero la experiencia de estos últimos dos meses, empezando por las interminables peleas que he estado teniendo con una de las personas más importantes de toda mi vida y terminando con el sentimiento de soledad, me dice que esto no es cuestión de tiempo y que, seguramente, sea algo definitivo. Lo más seguro es que, una vez más, deje sin terminar "El precio de la libertad", abandone el rap y cuelgue la cámara. Porque yo ya no puedo más, la verdad.
jueves, 12 de noviembre de 2015
Un adulto mediocre
Soy un adulto mediocre. Me paso el día llorando, tirado en la cama, abrazándome a un peluche y enamorado de un personaje ficticio. Como hombre soy un completo fracaso. Cada día me doy más asco, pero no encuentro la forma de cambiar las cosas, de salir de mi depresión, de luchar por algo, cualquier cosa. Siento que mi vida es una pérdida de tiempo, que soy un absoluto inútil, que no sirvo para nada. Así, día a día, me doy cuenta de lo mediocre que soy, envidiando a aquellas personas que son capaces de sonreir todavía. Debe ser maravilloso tener un motivo por el que sonreir, ¿cierto? Y yo me pregunto, ¿cómo se siente ser feliz?
He perdido la motivación por todo aquello que he emprendido. Cada día me prometo a mí mismo que al siguiente volveré a ponerme con ello y, al final, todo es una pantomima, una mentira más. Pero no podéis imaginaros lo que me cuesta hacer hasta la tarea más rutinaria. Me paso el día entero llorando, tirado en la cama, abrazado a un peluche. Soy un completo fracaso, como hombre y como adulto.
He perdido la motivación por todo aquello que he emprendido. Cada día me prometo a mí mismo que al siguiente volveré a ponerme con ello y, al final, todo es una pantomima, una mentira más. Pero no podéis imaginaros lo que me cuesta hacer hasta la tarea más rutinaria. Me paso el día entero llorando, tirado en la cama, abrazado a un peluche. Soy un completo fracaso, como hombre y como adulto.
martes, 27 de octubre de 2015
¿A quién le importa?
Vives por y para los demás. Jamás lo harás por ti. Tienes que cumplir los objetivos que te marcan, cumplir con las expectativas que te imponen, sin importar que quieras hacerlo o no, sin importar que te guste lo que haces, sin importar nada. Al fin y al cabo, te crearon para ello, para realizar y concluir con tus tareas de manera eficiente como una máquina automatizada de carne y hueso. ¿Sentimientos? Eso es lo de menos. Haz tu trabajo y punto. Así debe ser siempre, hasta el día de tu muerte.
A nadie le importan tus temores, a nadie le importa cuán enfermo te halles, tienes que hacer lo que se te manda como la buena herramienta que eres. Porque eso eres para las personas, para todo el mundo, sin distinción: una simple herramienta que utilizar y deshechar cuando ya no eres útil. Cuida de no romperte, cuida de no estropearte, cuida de ser siempre funcional, o acabarás en la más profunda soledad posible. Total, ¿a quién le importa?
A nadie le importan tus temores, a nadie le importa cuán enfermo te halles, tienes que hacer lo que se te manda como la buena herramienta que eres. Porque eso eres para las personas, para todo el mundo, sin distinción: una simple herramienta que utilizar y deshechar cuando ya no eres útil. Cuida de no romperte, cuida de no estropearte, cuida de ser siempre funcional, o acabarás en la más profunda soledad posible. Total, ¿a quién le importa?
domingo, 25 de octubre de 2015
Situación social: De lado
¿Alguna vez os ha pasado que presentáis un amigo vuestro a vuestros otros amigos y acaban dejándoos de lado? A mí sí, constantemente. Lo peor de todo es que soy incapaz de reconocer cuál es el problema. ¿Quizá sea que es imposible que yo tenga un solo amigo verdadero?
Durante toda mi vida he tenido que soportar cómo dos amigos que se han conocido gracias a mí empiezan a meterme mierda y acaban insultándome. Lo peor es que muchas veces eso se expande como si de un virus se tratara, intentando contagiar al resto de mis conocidos para ponerlos en mi contra. Así ha sido mi vida, siempre. Supongo que tendré que estar agradecido a las personas que, simplemente, me dejan de lado. Y son bastantes, ¿eh? Es gracioso cuando ocurre. Contar con unos amigos para quedar y echar la tarde, comentar que viene otra persona y que, por desgracia, esa otra persona se tenga que ir a los cinco minutos de que llegan. Y, ¿sabéis qué? ¡Qué casualidad! Ellos también tienen que irse, que están "cansados".
Así es mi vida social: Tengo dos amigos, hago que se conozcan y, de repente, ya no tengo ningún amigo. Así es y así será por el resto de mis días.
Durante toda mi vida he tenido que soportar cómo dos amigos que se han conocido gracias a mí empiezan a meterme mierda y acaban insultándome. Lo peor es que muchas veces eso se expande como si de un virus se tratara, intentando contagiar al resto de mis conocidos para ponerlos en mi contra. Así ha sido mi vida, siempre. Supongo que tendré que estar agradecido a las personas que, simplemente, me dejan de lado. Y son bastantes, ¿eh? Es gracioso cuando ocurre. Contar con unos amigos para quedar y echar la tarde, comentar que viene otra persona y que, por desgracia, esa otra persona se tenga que ir a los cinco minutos de que llegan. Y, ¿sabéis qué? ¡Qué casualidad! Ellos también tienen que irse, que están "cansados".
Así es mi vida social: Tengo dos amigos, hago que se conozcan y, de repente, ya no tengo ningún amigo. Así es y así será por el resto de mis días.
lunes, 12 de octubre de 2015
"Solo pido lo mismo"
Últimamente soy una persona que está bastante ocupada. Hoy, de hecho, es el único día libre que tendré en, posiblemente, más de dos semanas. Y solo gracias a que hoy es el día de la Hispanidad. En estos momentos tengo que encargarme de mis estudios, he estado pendiente de grabar un tema que llevaba más de dos semanas intentando grabar, tengo asuntos con el Sindicato de Estudiantes y no me veo capacitado de llevarlo todo adelante, al menos por ahora.
La cuestión es que hace poco me ha pasado algo que me ha cabreado bastante. Actualmente, quitando todas mis obligaciones de estudios y luchas, me encuentro en una campaña de rol donde, por desgracia, al final no tenemos la disponibilidad para quedar como habíamos planeado al principio, y nos está costando más trabajo del que pensábamos quedar. Yo, cuando os pregunto para quedar y me decís que no, a la primera ya os dejo tranquilos, no os intento convencer para que quedéis porque o no queréis verme o no tendréis ganas o tendréis cosas más importantes que hacer, en eso no soy quien para meterme. El problema está en que, cuando es al revés, me siento agobiado y hasta acabo accediendo a quedar solo para que se me deje tranquilo. Si yo digo que no tengo ganas de quedar, se me atosiga y presiona para que acabe diciendo que sí.
En el caso de la campaña yo entiendo que hasta dentro de dos fines de semana no vamos a poder quedar y que es una jodienda tener la trama parada tanto tiempo, pero espero que también se me entienda cuando digo que hoy es mi único día libre que tengo para descansar y que quiero emplearlo en quedarme en mi casa cómodamente y calentito, con los menores agobios posibles y con la mayor calma que pueda encontrar en el refugio de mi habitación. Así como yo no os presiono para que quedéis, espero que tampoco se me presione a mí. Solo pido lo mismo, el mismo trato que os doy.
Lo peor es que nadie se da cuenta del esfuerzo que he hecho en más de una ocasión para satisfaceros y al final acabo siendo yo el malo de la película porque nadie es capaz de ponerse en mi piel y entender que estoy mal, que necesito estar a solas un día, que necesito tomarme mi día de descanso y disfrutarlo estando tranquilo en mi cuarto. ¿Tan difícil es de entender? ¿Tanto trabajo cuesta? ¿Estoy pidiendo acaso algún imposible?
La cuestión es que hace poco me ha pasado algo que me ha cabreado bastante. Actualmente, quitando todas mis obligaciones de estudios y luchas, me encuentro en una campaña de rol donde, por desgracia, al final no tenemos la disponibilidad para quedar como habíamos planeado al principio, y nos está costando más trabajo del que pensábamos quedar. Yo, cuando os pregunto para quedar y me decís que no, a la primera ya os dejo tranquilos, no os intento convencer para que quedéis porque o no queréis verme o no tendréis ganas o tendréis cosas más importantes que hacer, en eso no soy quien para meterme. El problema está en que, cuando es al revés, me siento agobiado y hasta acabo accediendo a quedar solo para que se me deje tranquilo. Si yo digo que no tengo ganas de quedar, se me atosiga y presiona para que acabe diciendo que sí.
En el caso de la campaña yo entiendo que hasta dentro de dos fines de semana no vamos a poder quedar y que es una jodienda tener la trama parada tanto tiempo, pero espero que también se me entienda cuando digo que hoy es mi único día libre que tengo para descansar y que quiero emplearlo en quedarme en mi casa cómodamente y calentito, con los menores agobios posibles y con la mayor calma que pueda encontrar en el refugio de mi habitación. Así como yo no os presiono para que quedéis, espero que tampoco se me presione a mí. Solo pido lo mismo, el mismo trato que os doy.
Lo peor es que nadie se da cuenta del esfuerzo que he hecho en más de una ocasión para satisfaceros y al final acabo siendo yo el malo de la película porque nadie es capaz de ponerse en mi piel y entender que estoy mal, que necesito estar a solas un día, que necesito tomarme mi día de descanso y disfrutarlo estando tranquilo en mi cuarto. ¿Tan difícil es de entender? ¿Tanto trabajo cuesta? ¿Estoy pidiendo acaso algún imposible?
jueves, 8 de octubre de 2015
Autómata
Me levanto, realizo mis funciones y vuelvo a mi casa. Me siento un autómata programado para cumplir con sus tareas. Me hallo en la más absoluta decadencia física y moral posible. Sin motivación alguna, asisto a las clases y completo mis tareas como una máquina a la que han diseñado para ello. Sentado y sin moverme del sitio, vacío por dentro y frío como el témpano. Y, cuando llego a casa, solo se me antoja desconectarme y apagar. O meterme en la cama y dormir, para que nos entendamos.
Esta mañana he vuelto a recordar lo gilipollas que soy. Esta sensación de vacío no es solo porque las clases sean aburridas y no hagamos nada más que prácticas absurdas que, la mayoría, no nos aportan nada. Tampoco es que nos aportaran gran cosa las de Imagen, pero ahí al menos sentía algo más de calidez. Echo de menos el laboratorio, el plató y la sala de digital. ¡Incluso echo de menos tomar los apuntes! Ahora... es como si esto no terminara de llenarme. Llamadme loco, pero quizá me haya equivocado de camino. Quizá todo lo que veía hace un par de meses eran simples ilusiones y la realidad esté golpeándome en la cara con una vara de hierro. Ahora mismo, a estas alturas, todo es posible.
Esta mañana he vuelto a recordar lo gilipollas que soy. Esta sensación de vacío no es solo porque las clases sean aburridas y no hagamos nada más que prácticas absurdas que, la mayoría, no nos aportan nada. Tampoco es que nos aportaran gran cosa las de Imagen, pero ahí al menos sentía algo más de calidez. Echo de menos el laboratorio, el plató y la sala de digital. ¡Incluso echo de menos tomar los apuntes! Ahora... es como si esto no terminara de llenarme. Llamadme loco, pero quizá me haya equivocado de camino. Quizá todo lo que veía hace un par de meses eran simples ilusiones y la realidad esté golpeándome en la cara con una vara de hierro. Ahora mismo, a estas alturas, todo es posible.
viernes, 2 de octubre de 2015
Tras "Sueños de grandeza"
Quizá muchos de vosotros, queridos lectores, también hayáis seguido la historia que llevo meses escribiendo en otro blog distinto. De ser así, os habréis enterado que pronto se terminaría la primera temporada, ¿verdad? Bueno, pues ya está, fin de la espera. Tras 30 capítulos, "Sueños de grandeza" llega a su fin. Y os preguntaréis: ¿Qué pasará ahora?
Necesito un descanso de plazos y de escribir, por lo que, durante un tiempo, "El precio de la libertad" se quedará parada antes de empezar con su segunda temporada. Esto no significa que no vaya a estar trabajando en ello, solo que el ritmo será menor y que no subiré nada de lo que escriba en un tiempo. Pero eso solo se atribuye a la historia principal. "Mundo de EPDLL" seguirá actualizándose con leyendas e información que se me vaya ocurriendo que sea importante e interesante o que ustedes me pidáis.
Asímismo, quizá también empiece a trabajar en uno de los dos proyectos que llevo un par de meses pensando, aunque, al igual que con la segunda temporada de EPDLL, no subiré nada hasta pasado un tiempo. Todo el mundo necesita un descanso de vez en cuando, y ahora podré dedicarme a otras cosas, como el rap, y centrarme en los estudios.
Espero que os haya gustado "Sueños de grandeza" y que esperéis con ganas la apertura del segundo blog, "Sueños de verdad".
Mientras tanto, si aun no habéis leído la primera temporada, os dejo a continuación el enlace al blog para que podáis hacerlo: El precio de la libertad: Sueños de grandeza
Necesito un descanso de plazos y de escribir, por lo que, durante un tiempo, "El precio de la libertad" se quedará parada antes de empezar con su segunda temporada. Esto no significa que no vaya a estar trabajando en ello, solo que el ritmo será menor y que no subiré nada de lo que escriba en un tiempo. Pero eso solo se atribuye a la historia principal. "Mundo de EPDLL" seguirá actualizándose con leyendas e información que se me vaya ocurriendo que sea importante e interesante o que ustedes me pidáis.
Asímismo, quizá también empiece a trabajar en uno de los dos proyectos que llevo un par de meses pensando, aunque, al igual que con la segunda temporada de EPDLL, no subiré nada hasta pasado un tiempo. Todo el mundo necesita un descanso de vez en cuando, y ahora podré dedicarme a otras cosas, como el rap, y centrarme en los estudios.
Espero que os haya gustado "Sueños de grandeza" y que esperéis con ganas la apertura del segundo blog, "Sueños de verdad".
Mientras tanto, si aun no habéis leído la primera temporada, os dejo a continuación el enlace al blog para que podáis hacerlo: El precio de la libertad: Sueños de grandeza
domingo, 27 de septiembre de 2015
Soledad
Otra vez me encuentro en este sitio extraño y familiar al mismo tiempo. Me encuentro en el suelo, tirado sin fuerzas para volver a ponerme en pie, sin poder levantarme ni moverme del lugar. A mi alrededor no hay nada ni nadie, solo veo oscuridad. Se encuentra todo apagado y mis gritos de socorro me son devueltos por el eco de la soledad. Nadie los ha escuchado, nadie los escucha y nadie los escuchará. Da igual lo fuerte que grite, da igual las veces que lo intente, nadie vendrá a socorrerme. Otra vez me encuentro atrapado en este pozo donde nadie podrá ni querrá ayudarme a salir. Y una vez más tengo que buscar la forma de salir yo solo, pero, ¿cómo?
Ya se me han acabado las alternativas que tenía, ya he gastado todas mis fuerzas al intentar no volver a caer. Trato de no rendirme, trato de seguir adelante, de luchar, de escalar... No, no estoy cómodo en este suelo tan áspero y duro donde no puedo ver más allá de mis propias manos. No me gusta estar aquí, lo detesto, pero, por alguna razón, quizá por costumbre ya, me siento como en casa. Siempre he vivido en este pozo, pocas veces he logrado salir de aquí en estos años, y echo de menos la luz que hay ahí arriba, pero creo que este es mi hogar y debo aceptarlo me guste o no. Solo espero recuperar pronto las fuerzas necesarias para volver a ver, aunque sea una vez más antes de morir, esa luz cálida que me hacía sentir vivo.
Ya se me han acabado las alternativas que tenía, ya he gastado todas mis fuerzas al intentar no volver a caer. Trato de no rendirme, trato de seguir adelante, de luchar, de escalar... No, no estoy cómodo en este suelo tan áspero y duro donde no puedo ver más allá de mis propias manos. No me gusta estar aquí, lo detesto, pero, por alguna razón, quizá por costumbre ya, me siento como en casa. Siempre he vivido en este pozo, pocas veces he logrado salir de aquí en estos años, y echo de menos la luz que hay ahí arriba, pero creo que este es mi hogar y debo aceptarlo me guste o no. Solo espero recuperar pronto las fuerzas necesarias para volver a ver, aunque sea una vez más antes de morir, esa luz cálida que me hacía sentir vivo.
Por qué me siento secundario
A veces siento que no es solo una sensación, que es la realidad. Soy ese personaje secundario en la historia de muchos que si un día no aparece nadie echaría en falta. Soy esa persona que lucha día a día por ganar un papel protagonista, que hace sacrificios para satisfacer a todos, que pone el máximo empeño para ser alguien en la vida de los demás, pero que sus actos siempre pasan desapercibidos. Una gratitud en el momento de la acción y, al día siguiente, todo queda olvidado.
Pueden pasar semanas, meses o años, la situación no cambia. Puedo solucionar problemas, rupturas y engaños, pero a nadie le importa. Seco lágrimas, doy consuelo, y nadie se percata. Y es doloroso que la única vez que se me tenga en cuenta es cuando alguien está mal, pero luego me olviden y me ignoren cuando es al contrario.
Todo el mundo conoce la historia y conoce al protagonista, pero nadie sabe nada del personaje secundario ni qué hay detrás de todo eso. Cuando no entra en escena nadie lo recuerda, y cuando está en el escenario solo saben su carcasa. Pero detrás de esa actuación se esconde una persona tan importante como el personaje principal, ¿sabéis? Una persona con sentimientos y problemas que se ve obligada a luchar en soledad sin tener un punto de apoyo al que aferrarse cuando no le quedan fuerzas. Y ese soy yo sobreviviendo a la crueldad de la vida a duras penas, viviendo eternamente a la sombra de los demás.
Pueden pasar semanas, meses o años, la situación no cambia. Puedo solucionar problemas, rupturas y engaños, pero a nadie le importa. Seco lágrimas, doy consuelo, y nadie se percata. Y es doloroso que la única vez que se me tenga en cuenta es cuando alguien está mal, pero luego me olviden y me ignoren cuando es al contrario.
Todo el mundo conoce la historia y conoce al protagonista, pero nadie sabe nada del personaje secundario ni qué hay detrás de todo eso. Cuando no entra en escena nadie lo recuerda, y cuando está en el escenario solo saben su carcasa. Pero detrás de esa actuación se esconde una persona tan importante como el personaje principal, ¿sabéis? Una persona con sentimientos y problemas que se ve obligada a luchar en soledad sin tener un punto de apoyo al que aferrarse cuando no le quedan fuerzas. Y ese soy yo sobreviviendo a la crueldad de la vida a duras penas, viviendo eternamente a la sombra de los demás.
sábado, 26 de septiembre de 2015
Que se jodan
Uno se cansó de dar lo mejor de sí para que lo único que hagan los demás es pisotearlo y menospreciarlo, olvidar todo lo que ha hecho cuando les va mejor y volver lloriqueando cuando algo se tuerce. Uno se cansa de estar siempre disponible para quien lo necesite, pero que nadie esté cuando a él le hace falta un hombro sobre el que llorar. Algún día la gente se dará cuenta de todo lo que ha perdido y de lo mucho que podrían haber ganado solo apreciando un poco más lo que ya tenían. O eso quiero creer.
Hace algún tiempo me hacía llamar Heartless (Sincorazón), e incluso a día de hoy puede que todavía quede algún sitio donde aparezca ese nombre. Supongo que, en el fondo, sentirse así es la mejor forma de evitar que te hagan daño, ¿no? Pasar de ser un frágil cristal a un rígido y duro bloque de hielo. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, solo eres un personje secundario, a nadie la importará ese cambio. Duda incluso que alguien se percate de eso. No serás más feliz, por supuesto, pero evitarás volver a sufrir como lo has hecho hasta ahora con la indiferencia de aquellas personas por las que has luchado. ¿No va siendo hora de que luchen ellos ahora? Que te devuelvan un poco de todo lo que has dado no estaría nada mal. Ambos sabemos que eso no va a pasar, pero al menos tendrás la oportunidad de devolverles esa indiferencia con la que te han pagado cuando recurran a ti a la mínima de cambio.
Hace algún tiempo me hacía llamar Heartless (Sincorazón), e incluso a día de hoy puede que todavía quede algún sitio donde aparezca ese nombre. Supongo que, en el fondo, sentirse así es la mejor forma de evitar que te hagan daño, ¿no? Pasar de ser un frágil cristal a un rígido y duro bloque de hielo. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, solo eres un personje secundario, a nadie la importará ese cambio. Duda incluso que alguien se percate de eso. No serás más feliz, por supuesto, pero evitarás volver a sufrir como lo has hecho hasta ahora con la indiferencia de aquellas personas por las que has luchado. ¿No va siendo hora de que luchen ellos ahora? Que te devuelvan un poco de todo lo que has dado no estaría nada mal. Ambos sabemos que eso no va a pasar, pero al menos tendrás la oportunidad de devolverles esa indiferencia con la que te han pagado cuando recurran a ti a la mínima de cambio.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
No me considero nada
Antes de que penséis que esta será una entrada depresiva y negativa, debo decir que no me considero nada en términos de etiquetas.
Hoy día, uno no puede considerarse nada sin que la gente le tache de poser por no hacer algo o escuchar determinados grupos. Pero la cosa puede llegar a más extremos. ¿No has escuchado tal canción? No digas entonces que te gusta ese grupo.
Es algo que ocurre en el rap, del cual hablé en la entrada anterior, y en géneros como el rock o el heavy metal. De hecho, esa falta de respeto ocurre no solo con la música. Entre tu grupo de amigos gamers no puedes considerarte como tal si no has jugado a sus juegos favoritos. Por eso yo no me considero nada, porque yo no jugué a la Dreamcast, porque yo no escucho a Foyone, porque no me gusta Nirvana, porque no he jugado ninguna campaña de Vampiro: La Mascarada... Porque lo que me gusta a mí no siempre es lo que le gusta a los demás y, a causa de eso, siempre me mirarán como si fuese un ser inferior. Siempre seré el bicho raro del grupo, el que no consigue encajar porque solo hablan de lo mismo una y otra vez y no entiendo sobre ello.
Y sé que, al igual que yo, habrá más gente en esa situación de desplazamiento por el simple desconocimiento de algo tan básico como puede ser un grupo o una canción, o porque no le guste cierto juego de consola o de rol. ¿No es triste que una persona se sienta desplazada de un grupo por una nimiedad como esa?
Hoy día, uno no puede considerarse nada sin que la gente le tache de poser por no hacer algo o escuchar determinados grupos. Pero la cosa puede llegar a más extremos. ¿No has escuchado tal canción? No digas entonces que te gusta ese grupo.
Es algo que ocurre en el rap, del cual hablé en la entrada anterior, y en géneros como el rock o el heavy metal. De hecho, esa falta de respeto ocurre no solo con la música. Entre tu grupo de amigos gamers no puedes considerarte como tal si no has jugado a sus juegos favoritos. Por eso yo no me considero nada, porque yo no jugué a la Dreamcast, porque yo no escucho a Foyone, porque no me gusta Nirvana, porque no he jugado ninguna campaña de Vampiro: La Mascarada... Porque lo que me gusta a mí no siempre es lo que le gusta a los demás y, a causa de eso, siempre me mirarán como si fuese un ser inferior. Siempre seré el bicho raro del grupo, el que no consigue encajar porque solo hablan de lo mismo una y otra vez y no entiendo sobre ello.
Y sé que, al igual que yo, habrá más gente en esa situación de desplazamiento por el simple desconocimiento de algo tan básico como puede ser un grupo o una canción, o porque no le guste cierto juego de consola o de rol. ¿No es triste que una persona se sienta desplazada de un grupo por una nimiedad como esa?
"A veces odio el rap"
Debo confesaros un secreto. Posiblemente, la gran mayoría de los que me estéis leyendo ahora mismo, si acaso hay algo leyéndome, conocerá mi devoción por el rap, conocerá mis canciones y sabrá que el rap ha sido mi salvavidas en muchas ocasiones. Pues debo reconocer que a veces odio el rap. Pero la culpa no es del rap, sino de toda esa escoria y basura que lo único de lo que pueden sentirse orgullosos es de escuchar a los raperos más "underground".
Muchos me preguntan: "Stryke, si haces rap, ¿por qué no conoces a nadie de tu ciudad que rapee? ¿Por qué no haces colabos?". No es que no los conozca, es que no quiero conocerlos. En mis inicios como Chemosh 9C me junté con muchísimos del panorama de aquel entonces. Era cercano a Chino, a Harmost, a Sokez, a Sendo... Me juntaba con ellos en batallas de gallos en las que prefería no participar porque nunca se me dio bien improvisar, y pasaba buenos momentos. Pero llega un momento en el que sientes que ese no es tu sitio porque solo saben hablar de rap, de improvisar, de quién ha sacado la mejor maqueta ese año... Y te sientes presionado. He conocido a gente desde los más grandes como Chino hasta los más pequeños como Wrestler, y sí, recuerdo muchos nombres de la gente con la que me juntaba. Pero era agobiante que el rap fuese el único tema de conversación.
Quizá el problema sea que yo soy más versátil que ellos, que me aburro si solo se habla de lo mismo una y otra vez, que necesito más variedad de gustos en común para poder considerar cercano a alguien. Pero es que parecía que a ellos solo les gustaba el rap. Puede que sea por eso por lo que me he sentido tan bien y tan cómodo grabando con Ushiro. Porque he tenido colabos con Harmost, con Azan, con Zeasth, con Arko... Pero siempre ha sido una colabo y nada más. En cambio, con Ushiro, era terminar un tema y querer hacer otro, y quería sacar adelante proyectos más arriesgados y grandes, y los hablábamos y no me sentía presionado. Porque con él al menos no era siempre hablar de rap, de maquetas, de quién es más underground, de organizar batallas de gallos. Teníamos y tenemos más cosas en común.
Pero es un caso extraño e irrepetible. Los raperos solo hablan de eso, es lo único que les gusta. Por eso... a veces odio el rap.
Muchos me preguntan: "Stryke, si haces rap, ¿por qué no conoces a nadie de tu ciudad que rapee? ¿Por qué no haces colabos?". No es que no los conozca, es que no quiero conocerlos. En mis inicios como Chemosh 9C me junté con muchísimos del panorama de aquel entonces. Era cercano a Chino, a Harmost, a Sokez, a Sendo... Me juntaba con ellos en batallas de gallos en las que prefería no participar porque nunca se me dio bien improvisar, y pasaba buenos momentos. Pero llega un momento en el que sientes que ese no es tu sitio porque solo saben hablar de rap, de improvisar, de quién ha sacado la mejor maqueta ese año... Y te sientes presionado. He conocido a gente desde los más grandes como Chino hasta los más pequeños como Wrestler, y sí, recuerdo muchos nombres de la gente con la que me juntaba. Pero era agobiante que el rap fuese el único tema de conversación.
Quizá el problema sea que yo soy más versátil que ellos, que me aburro si solo se habla de lo mismo una y otra vez, que necesito más variedad de gustos en común para poder considerar cercano a alguien. Pero es que parecía que a ellos solo les gustaba el rap. Puede que sea por eso por lo que me he sentido tan bien y tan cómodo grabando con Ushiro. Porque he tenido colabos con Harmost, con Azan, con Zeasth, con Arko... Pero siempre ha sido una colabo y nada más. En cambio, con Ushiro, era terminar un tema y querer hacer otro, y quería sacar adelante proyectos más arriesgados y grandes, y los hablábamos y no me sentía presionado. Porque con él al menos no era siempre hablar de rap, de maquetas, de quién es más underground, de organizar batallas de gallos. Teníamos y tenemos más cosas en común.
Pero es un caso extraño e irrepetible. Los raperos solo hablan de eso, es lo único que les gusta. Por eso... a veces odio el rap.
martes, 8 de septiembre de 2015
El bufón
Todo son risas mientras el arlequín cuenta chistes. Todo son aplausos y halagos mientras hace lo que mejor sabe hacer: que los demás se rían. Pero cuando tiene problemas y deja de hacer gracia, nadie queda a su alrededor. Esa es la triste realidad de aquel que intenta dejar de lado su tristeza para que los demás estén bien, pasen un rato agradable. Trata de ser gracioso para que todos olviden sus problemas y preocupaciones. El bufón es lo que es mientras haga reir a los demás, pero deja de serlo cuando le ocurre algo que le hace estar mal. Entonces ya no es nada, ya no es nadie. Da igual lo que haya hecho en el pasado, dan igual los problemas que haya solucionado. Todo carece de importancia en ese preciso momento.
El bufón que antes escondía sus lágrimas y mostraba una sonrisa cómica ahora no puede parar de llorar. ¿Y quién queda de aquel público que antes tenía? Nadie. ¿Quién está a su lado de todas esas personas a las que ha ayudado? Nadie. Solo quedan él y su vieja falsa gloria.
El bufón que antes escondía sus lágrimas y mostraba una sonrisa cómica ahora no puede parar de llorar. ¿Y quién queda de aquel público que antes tenía? Nadie. ¿Quién está a su lado de todas esas personas a las que ha ayudado? Nadie. Solo quedan él y su vieja falsa gloria.
¿Por qué hago este blog?
En este blog, mi único propósito es desahogarme, sacar toda la mierda que tengo dentro, reflexionar, plasmar mis pensamientos en textos, algunos más largos que otros, sin tener que cumplir plazos ni horarios. Cuando vea oportuno publicar, publicaré; cuando quiera expresarme, lo haré. No hay más. No es más que una salida para todo lo que me ronda en la cabeza, sean problemas o meros pensamientos.
Es por ello por lo que ni siquiera haré la publicidad que hago con "El precio de la libertad". A lo sumo compartiré las entradas nuevas y, como mucho, pondré una vez el enlace al blog. No tengo el menor interés en llegar al mayor número de personas posibles. Si la gente me lee, esperaré que me entienda. Si no me lee, me importará una mierda. No hay más. Si os fijáis, ni siquiera me he preocupado por el diseño ni por el logotipo ni por nada.
Aclarado el concepto del blog, bienvenidos al mundo del eterno secundario.
Es por ello por lo que ni siquiera haré la publicidad que hago con "El precio de la libertad". A lo sumo compartiré las entradas nuevas y, como mucho, pondré una vez el enlace al blog. No tengo el menor interés en llegar al mayor número de personas posibles. Si la gente me lee, esperaré que me entienda. Si no me lee, me importará una mierda. No hay más. Si os fijáis, ni siquiera me he preocupado por el diseño ni por el logotipo ni por nada.
Aclarado el concepto del blog, bienvenidos al mundo del eterno secundario.
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