sábado, 26 de septiembre de 2015

Que se jodan

Uno se cansó de dar lo mejor de sí para que lo único que hagan los demás es pisotearlo y menospreciarlo, olvidar todo lo que ha hecho cuando les va mejor y volver lloriqueando cuando algo se tuerce. Uno se cansa de estar siempre disponible para quien lo necesite, pero que nadie esté cuando a él le hace falta un hombro sobre el que llorar. Algún día la gente se dará cuenta de todo lo que ha perdido y de lo mucho que podrían haber ganado solo apreciando un poco más lo que ya tenían. O eso quiero creer.

Hace algún tiempo me hacía llamar Heartless (Sincorazón), e incluso a día de hoy puede que todavía quede algún sitio donde aparezca ese nombre. Supongo que, en el fondo, sentirse así es la mejor forma de evitar que te hagan daño, ¿no? Pasar de ser un frágil cristal a un rígido y duro bloque de hielo. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, solo eres un personje secundario, a nadie la importará ese cambio. Duda incluso que alguien se percate de eso. No serás más feliz, por supuesto, pero evitarás volver a sufrir como lo has hecho hasta ahora con la indiferencia de aquellas personas por las que has luchado. ¿No va siendo hora de que luchen ellos ahora? Que te devuelvan un poco de todo lo que has dado no estaría nada mal. Ambos sabemos que eso no va a pasar, pero al menos tendrás la oportunidad de devolverles esa indiferencia con la que te han pagado cuando recurran a ti a la mínima de cambio.

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