En este blog, mi único propósito es desahogarme, sacar toda la mierda que tengo dentro, reflexionar, plasmar mis pensamientos en textos, algunos más largos que otros, sin tener que cumplir plazos ni horarios. Cuando vea oportuno publicar, publicaré; cuando quiera expresarme, lo haré. No hay más. No es más que una salida para todo lo que me ronda en la cabeza, sean problemas o meros pensamientos.
Es por ello por lo que ni siquiera haré la publicidad que hago con "El precio de la libertad". A lo sumo compartiré las entradas nuevas y, como mucho, pondré una vez el enlace al blog. No tengo el menor interés en llegar al mayor número de personas posibles. Si la gente me lee, esperaré que me entienda. Si no me lee, me importará una mierda. No hay más. Si os fijáis, ni siquiera me he preocupado por el diseño ni por el logotipo ni por nada.
Aclarado el concepto del blog, bienvenidos al mundo del eterno secundario.
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