¿Os imagináis levantaros un día, entrar en Twitter y ver que vuestra cuenta ha sido restringida durante una semana por una razón absurda? Porque yo sí.
Ya es la segunda vez que me pasa. La primera fue cuando no quise relatar mi historia a un grupo de acosadoras sobre cómo fue mi violación, empecé a defenderme de ese acoso y, ¡tachán! solo porque la palabra "violación" estaba en los tweets pudieron reportarme y acabar tirándome la cuenta. Es gracioso porque luego lees la conversación y ellas también la dicen, pero, claro, si nadie las reporta... Y da igual que apele, da igual que les enseñe la conversación, eso de que investigan el trasfondo de un tweet para que no se malinterprete es una mentira para darnos una falsa sensación de seguridad. Si eso fuese así, esas cuentas habrían caído conmigo y no fue así. A pesar de las apelaciones y de haber reportado esas cuentas no hicieron nada. Bueno, sí, decirme que ahí quien incumplía las normas era yo. ¡Lo siento, Twitter, por haber sido violada! ¡No sabía yo que ser violada era un delito mayor que violar!
Hoy la cosa ha sido hasta más graciosa. Ya esta vez ni siquiera hace falta que exista una palabra ofensiva, salvo que "caverna" sea una palabra que pueda causarte traumas irreparables y yo no me haya dado cuenta de ello. Todo empieza con un tweet de una chica que dice que le encanta cómo los machitos se ofenden de una supuesta "agresividad" del feminismo ignorando todas las agresiones que hemos sufrido a lo largo de la historia. Continúa con el Machito Genérico nº5 argumentando que es normal cuando hay cuentas que se llaman "azote al machito" y termina diciendo que el feminismo es producto de un adoctrinamiento. Y diréis, ¿dónde acaba la sanción? En decirle que se vuelva a la caverna a Machito Genérico nº5. Sí, una semana con la cuenta restringida solo por decirle a un machito que vuelva a la caverna.
Supongo que aquí habrá una historia detrás que no he visto, como que ese chico tuvo que ir al psicólogo corriendo, llorando sangre, porque le había dicho que no saliera de la caverna, o que sus padres eran neandertales y había luchado muchísimo por haber conseguido hacer su vida en la gran ciudad. Es una historia triste la segunda y entiendo que quizá me he pasado diciéndole que no saliera a la superficie, con todo el trabajo que le costó aparentar ser una persona normal y corriente, no descendiente de neandertales ocultos en cavernas, para ganarse la vida y socializar...
Seamos realistas, a Twitter se la sudan sus usuarios, eso es un hecho. Las normas de la comunidad no son más que un puñado de normas que se aplican solo a quienes no comparten sus intereses. No es normal que yo haya sido sancionada, en cuestión de meses, dos veces por haber sido atacada mientras nazis, fascistas, racistas, homófobos y demás escoria social que se dedica a sembrar el odio entre las personas siguen pululando por ahí sin que nadie haga nada. No es normal que un solo pavo me reporte por mandarle a la caverna y ese reporte sirva para suspenderme la cuenta mientras que decenas, si no cientos, de personas reportan cuentas llenas de odio y ahí están, tan tranquilas. Así que dime, Twitter, ¿tengo que hacer exactamente lo mismo que le dije al pavo ese? ¿Si me violan tengo que poner el culo y callarme? ¿Si me atacan tengo que poner la otra mejilla? ¿Si me quieren matar tengo que darles el cuchillo? Porque con estas sanciones lo que estáis es dando un mensaje de que queréis vernos calladas y sumisas, de que no podemos tener voz, de que si nos atacan debemos quedarnos en silencio y dejar que hagan con nosotras lo que quieran. ¿Significa esta sanción, y las de muchas otras compañeras que se han visto silenciadas en alguna ocasión por la misma razón que esta, que queréis vernos humilladas, que estáis a favor de que nos puedan matar, violar o agredir? ¿Cuántas cuentas que se dedican a amenazar a compañeras feministas están ahí, sin que nadie haga nada para evitar que nos amenacen? ¿Cuántas cuentas fascistas siguen todavía ahí sin que nadie las borre o, por lo menos, las sancionen?
Tenemos muchos ejemplos, como Dalas, que se dedica 24/7 a despotricar contra el feminismo, a insultar a quienes le responden, a incitar el odio entre sus seguidores para que acosen a quienes se oponen a sus ideas. Tenemos el caso de HSM, una cuenta que lleva aquí desde 2014 que enaltece el fascismo y que siembra el odio contra extranjeros y el colectivo LGTB. Joder, tenemos a Pumuki, que no he visto que le tiraran la cuenta nunca mientras ataca y acosa a feministas, las humilla constantemente, incluso, aunque puede que me equivoque, proporciona información personal de ellas. ¿Y quién ha hecho algo contra estas cuentas? Nadie. En cambio, personas como yo que nos defendemos de la transfobia y del machismo tenemos que callarnos porque podemos ser sancionadas si se nos ocurre defendernos de sus agresiones. Por si no fuera suficiente tener que soportar esta opresión en las calles, tener que salir de nuestras casas con miedo, ahora incluso un sitio que se supone seguro para todos como es Internet nos vemos también oprimidas y sin poder defendernos porque, al igual que podemos ser condenadas por defendernos de un violador si le hacemos daño, se nos culpará por defendernos del acoso y de las humillaciones públicas. Twitter, gracias por demostrarnos que sois cómplices de un sistema patriarcal que nos quiere sumisas o muertas.
Lo más gracioso de esto, ¿sabéis lo que es? Que encima tienen los cojones de decirnos, después de sancionarnos por defendernos, que no podemos participar en intentos de acosar, intimidar o silenciar la voz de otra persona. Pues solo me queda entonces una pregunta: ¿dónde está el botón de reportar a Twitter?
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