martes, 27 de febrero de 2018

Cristina, la cazafortunas

Como mucha gente sabrá por mis redes sociales, hace unas semanas entraron a robar en la casa donde vivía antes de irme a vivir con mi madre de nuevo. De entre todas las cosas que han desaparecido destaco recuerdos, objetos con valor sentimental y un equipo fotográfico con un valor de cerca de 1.000€. Algo así no sienta bien a nadie y cuando ya se tiene la mosca detrás de la oreja se empieza a sospechar con mucha facilidad. Esto hizo que decidiera bloquear, antes de saber todo lo que había desaparecido, a la primera persona en la que pensé, alguien a quien ya desde hacía un tiempo llevaba tiempo sin confiar en ella. Más adelante, en esta misma entrada, explicaré por qué, pero vamos a seguir con la introducción.

Cuando fui a recoger las cosas lo único que quedaba era mi bandera pirata, el resto había desaparecido de un plumazo. Tras varias horas dándole vueltas a todo lo que había visto saqué la conclusión: mis sospechas eran ciertas, no cabía duda de que esta persona, alguien con quien había vivido durante un año y medio en esa casa, me había robado. A raíz de esto, hablando con varias personas que la conocen, me enteré de ciertas cosas que quiero comentar aquí. Quiero aclarar, antes que nada, que aquí no voy a hablar del robo salvo para quien me pida que lo haga. Aquí quiero hablar específicamente de lo tan buena "amiga" que era Cristina.

¿Por qué nos fuimos a vivir juntas? Porque yo, tonta de mí, caí en sus redes. Cuando mi abuela fue internada en la residencia aprovechamos la tranquilidad de esa casa para pasar algunas tardes charlando sin que nadie nos molestara. Entre esas charlas hubo ciertos tonteos y, en alguna que otra ocasión, algo más que un tonteo. Acompañando a los tonteos siempre había una sugerencia: estudiar juntas y vivir en esa casa. Convencí a mi madre para que nos dejase vivir y empezamos, en Agosto, una vida en esa casa. Ah... qué bonitas eran las palabras y qué distantes estaban de la realidad...

Esos tonteos fueron cayendo poco a poco en el olvido, sus promesas de iniciar una relación quedaron en el pasado y cada vez estábamos más y más distantes. Aparentábamos estar bien por no terminar de joder una amistad y, por mi parte, porque sentía algo sincero por ella y quería tener la esperanza de recuperar lo que una vez tuvimos, pero era imposible. Durante ese año y medio la colmé de regalos y detalles, entre los que destaco los dos libros que le regalé por San Valentín y las cinco rosas negras de fimo que coloqué a modo de juego por la casa para que las encontrase. A cambio recibí dos huevos fritos con forma de corazón dentro de unas salchichas abiertas para que tuvieran esa forma. Empezamos a comparar el interés de cada una con esto.

Para no prolongar mucho la entrada vamos a seguir comparando sin dar mucho detalle:

Por mi parte, cada vez que ella estaba mal me bajaba al chino o al supermercado a comprarle cerveza, chocolate y pipas para que se animase, tanto por Navidad como por su cumpleaños, salvo este último año pasado, le regalé unos libros que estaba buscando y un cuadro de un hada que vimos en los puestos de navidad, y como sabía que no iba bien de dinero cada vez que podía le daba algo de dinero. Por su parte... vamos a resumirlo en basura. Porque sí, literalmente eran cosas que iba a tirar a la basura y, para fingir que le importaba, me lo daba a mí. ¿Ejemplo? Un saco de cuero sintético que se cae a pedazos con maquillaje usado, cordones y un tamagochi que no funciona. La foto está en mi Twitter, para quien quiera ver esos regalazos que me hizo. Lo único bueno que me dio, y encima pretendió que le pagara por ello, fue un peluche enorme que no tenía sitio donde poner y, para no tirarlo, me lo dio a mí. Lo mejor de esto es que he oído en bocas de terceras personas cercanas a ella que encima estaba celosa de mi novia porque estas navidades no le pude regalar nada porque ahorré dinero para los gastos que tuviéramos Ania y yo cuando vino a verme por Nochevieja.

Cris, esto va directamente para ti: ¿De verdad te crees que alguien a quien has mangoneado durante tanto tiempo va a preferir dejarse su dinero en ti en vez de en su pareja? Ya no es solo que Ania sea mi novia, es que ha preferido venir a Málaga a pasar Nochevieja conmigo que estar con su familia. Su único regalo fue un gorro de lana, tampoco te creas que le regalé la gran cosa porque no tenía dinero para más. Tampoco le regalé nada a Mago ni a su novia, ni a Nyuru, ni a Campe, y juego con ellos cada puta semana al rol. Interactuo más con ellos en una semana que contigo en los últimos meses que estuvimos viviendo juntas, y tampoco tuvieron regalos porque no podía permitírmelo. ¿De verdad crees que voy a gastarme más dinero del que me he gastado en una persona que solo valora a las demás en función a lo que se gasten en ella? ¿De verdad crees que voy a gastarme más dinero en alguien a quien no le he importado una mierda en este tiempo?

Puedes fingir estar bien en todos tus estados, puedes mandarme todas las indirectas que quieras, pero todo el mundo, TODOS, saben que tú no eres feliz y que llevando esa vida de cazafortunas que estás llevando no lo vas a ser nunca. Algún día descubrirás que no todo es el dinero que invierten los demás en ti sino lo que hacen y sienten por ti.

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