martes, 31 de enero de 2017

Toxicidad gamer

¿Os habéis parado a preguntaros alguna vez si lo tóxico no es la comunidad del juego que os encanta sino que son los gamers en general? Sé que con esta entrada voy a ganarme un abucheo general, especialmente de aquellos que leerán el título y pasarán del tocho que hay escrito, sacarán sus propias conclusiones e insultarán automáticamente porque sienten que les ofendí. Y me da igual porque eso no hará más que darle fuerza a esta entrada, dándome la razón cuando digo que esta comunidad es tóxica en general.

Quien me conoce sabe que me encantan los videojuegos. De hecho, fueron una parte indispensable de mi infancia. Llevo jugándolos casi desde que tengo uso de razón, con mi grandísima Game Boy Pocket en blanco y negro (¡y, madre mía, qué pajote hubiese caído cuando la Game Boy fue a color de no ser porque era un crío!). Si bien tengo 20 años de experiencia a mis espaldas, mis habilidades con los mandos o con el ratón y el teclado no son de lo mejorcito que digamos. Esta es la principal razón por la que, aunque adoro muchos juegos multijugador, no los juego. Y no, no es culpa mía.

Al igual que a mí, hay un montón de personas que le pasa lo mismo. Son normalitas tirando a malas en determinado juego y, a pesar de que les encanta jugarlo, no pueden jugarlo por miedo. No es agradable para nadie entrar a divertirse echándose una partidita y que acabes en la amargura porque tu equipo se ha pasado media partida insultándote y recomendándote "amablemente" que juegues al Tetris (esta recomendación suelen hacérsela sobre todo a quienes consideran que son chicas, y, por alguna extraña razón, SIEMPRE piensan que son chicas las que están al otro lado). Si veis, no he especificado ningún juego. ¿Por qué? Porque da igual a qué juego entres, esta experiencia la vas a tener en la mayoría de los casos. Mi experiencia personal es S4 League (normalmente te lo dicen jugadores de pago por utilizar un arma, según ellos que usan armas que le suben los stats una burrada, chetadas) y LoL (quién no habrá recibido algún insulto por haber muerto alguna vez, da igual cómo haya ido el resto de la partida y da igual si ni siquiera fue su culpa...). Sí, no acumulo mucha experiencia por esta misma razón...

Pero quiero que os fijéis en una cosa: Si estos juegos fuesen de lo mismo, las mismas mecánicas, el mismo sistema, el mismo modo de jugarlo... podría entender que solo un sector específico, el sector al que perteneciera ese género de juego, es el tóxico. Pero los dos únicos ejemplos que he citado (más los que podría citar si hablara de testimonios de otras personas) son completamente opuestos. Ocurre en los moba, en los shooters, en los MMORPG y en casi cualquier juego que puedas imaginarte que sea multijugador (¡joder, me ha pasado hasta en el puto OGame, que te empiezan a insultar por haberles atacado! ¡¿Qué esperaban de un juego bélico, que les mandara un ramo de flores?!). Uh... creo que ya no es un determinado sector, ¿verdad? Parece que este cáncer se extiende a toda la comunidad.

Ahora quisiera bifurcar el camino que está tomando esta entrada para hablar de dos actitudes muy generalizadas en el mundo gamer y que no hacen más que emponzoñar esta comunidad.

Por un lado tenemos el elitismo. Dentro de las actitudes elitistas podemos seguir ramificando este camino, pero puesto que la entrada es larga de por sí voy a intentar resumirlo lo mejor posible en dos casos:

Tenemos al PC Master Race con un ordenador de la hostia que podría hacer sombra a los de la NASA, un ratón que han hecho a medida de su mano, un teclado guapísimo con lucecitas y veinte mil monitores para poder ver el juego como si todo ocurriera en su casa. Su actitud prepotente nos recuerda al típico niño pijo de papá que mira al de clase media (en nuestro caso,al que tiene un ordenador normalucho para tirar LoL y poco más) con repulsión. Es mejor que tú porque su ordenador necesita tantos ventiladores que, cuando lo enciende, no sabes si ha encendido un ordenador o arrancado el motor de un helicóptero Apache. Su tarjeta gráfica es capaz de mostrarte los poros de la piel de Annie cuando está en partida, y eso que el diseño no incluye ningún detalle similar.

Después nos encontramos con otro clásico, el "soy más gamer que tú porque juego más juegos que tú, llevo más tiempo jugándolos y soy mejor que tú". Lo siento, quise recortar el título de este pero no había forma. Este, en resumidas cuentas, es más gamer que tú porque... bueno, ya lo ha dicho él mismo. Si no juegas lo que a él le gusta no tienes criterio para hablar de videojuegos, tienes que haberte pasado todos los Dark Souls con las manos vendadas a la espalda para poder considerarte su igual y reza para que juguéis en la misma plataforma, porque si no... ¿No os recuerda un poco a los niños rata? Nah, es imposible. ¡Pero miradle, si está jugando con los dedos de los pies!

Ahora es cuando viene la otra actitud cancerígena de la comunidad gamer: el machismo. "Ya está, Stryke ya tenía que soltar esto, no nos bastaba con las chicas y ahora tenemos que aguantar al gordo de los cojones hablando también de machismo". Os jodéis, no voy a hacer la vista gorda ante algo tan generalizado.

Os sorprendería saber que normalmente el elitista suele ser también el machista de turno. Bueno, es normal, ambos se creen superiores por una u otra razón. Pero no, no voy a hablaros de los clásicos insultos de "vete a jugar al Tetris", "no salgas de la cocina" o similares. Eso sería ir a lo fácil. Yo quiero ir un pelín más allá, desde el "pagaskins" que cree que por abrir su monedero puede hacer con las chicas lo que le dé la gana hasta el machista clásico que cree que una mujer no debería hablar de ciertos temas.

Empezamos por el pagaskins. Normalmente sería alguien inofensivo, el pagafantas de toda la vida que se deja un dinero en intentar tener algo con la chica. Pero aquí no es inofensivo precisamente. Este directamente te suelta un "Te pago la skin de Lux Elementalista si me envías un nude" y luego recurre al chantaje y a la amenaza si no consigue lo que desea o se siente "estafado". Y uno no sabe qué es peor, si seguirle la corriente o pasar de él. Porque si pasas de él te amenazará y buscará la forma de chantajearte para que sucumbas a sus exigencias, pero si le sigues la corriente y le das lo que pide te estará chantajeando con eso para seguir exigiéndote más cosas.

El "¡Cuidado, viene el caballero blanco!". ¿Os suena? Venga, habréis visto ese "insulto" un puñado de veces. ¡Es como si fuese obligatorio soltarlo cada dos por tres, como si estuviera escrito en algún tipo de panfleto que tienen obligado recitar! Siempre que lo veas discutiendo con una mujer y salgas a defenderla te soltará eso, no importa si su argumento es inválido, si ha soltado alguna burrada por la boca o si simplemente piensas que es un energúmeno, él siempre pensará que la defiendes por ser mujer. Algunos van un poco más allá y aseguran que solo tratas de "mojar el churro". ¡Qué monos cuando piensan que todos son iguales que ellos, que se mueven a donde les diga la polla!

Normalmente el grupo anterior suele estar incluido también en este que voy a describir. Y es que si solo hablas con chicas lo único que buscas es, cómo no, "mojar el churro". No sé si ese pensamiento lo dicen por envidia, porque creen que todos nos movemos con la polla como ellos o por qué razón, pero no falla encontrarte a alguno de ellos de vez en cuando. Porque, claro, el hecho de que te sientas más cómodo hablando con una chica porque tiene una conversación más profunda y entretenida que el "unga, unga, tetas, culo" significa que quieres follártela. Voy un poco más lejos: el hecho de que ellas te agreguen a ti y no a ellos les escuece, y mucho.

Y, cómo no, el que piensa que por ser mujer no puedes hablar de lo mismo que él porque, claro, eres mujer... Es como si los videojuegos fueran algo exclusivo de los hombres, ¿sabéis? Ya no sé si es que sienten que su virilidad se siente amenazada porque una mujer habla de ello o juega a lo mismo, igual o incluso mejor que ellos. Pero no falla encontrarte con un tío con ese pensamiento.

Después de una explicación tan detallada sobre cómo es la comunidad gamer en general decidme, si os atrevéis, que no es tóxica en su inmensa mayoría. Elitismo y machismo abundan en una comunidad donde se supone que se comparten unos mismos gustos y unas mismas aficiones para pasárselo bien, pero se ha convertido en una competición para ver quién tiene la polla más grande o, en este caso, la biblioteca de Steam más completa. Ya no puedes considerarte gamer si no puedes permitirte un ordenador (o una consola) para poder jugar determinados juegos de moda, si no eres un crack con los mandos o el ratón y el teclado, si no compartes los mismos gustos o si no te tiras las tres cuartas partes del día sentado frente a una pantalla. Cuando se da tanta importancia a un juego como para despreciar a una persona ocurren estas cosas y, la verdad, me da mucha pena que se haya llegado a un extremo tan tóxico que obligue a muchas personas, en las que me incluyo yo, a dejar un hobby tan entretenido y maravilloso solo para ahorrarnos situaciones dolorosas. Y no puedo evitar preguntarme cuándo hemos pasado de divertirnos con nuestros amigos en el patio del colegio jugando a Pokemon a convertir en un infierno cada experiencia con los videojuegos. Lejos quedan ya en mi memoria esas tardes en las que jugaba por placer con completos desconocidos, conociendo a personas maravillosas. Ahora solo hay miedo a ser insultado viendo cómo la gente se ceba con quien considera que es inferior, dándole demasiada importancia a una serie de instrucciones de programación y un puñado de píxeles animados que fueron diseñados y escritos para entretener y que han acabado siendo la razón por la que humillar a alguien.

sábado, 28 de enero de 2017

El esfuerzo de un artista

Hoy día nadie parece apreciar las obras de los demás. Entras en las redes sociales y solo se comparten los trabajos de los mismos, aquellos que han llegado a la cima gracias a sus contactos, sus amigos o determinados dones que han cautivado a su público y en los que no entraré en detalle para no desviarme del tema. Y desde luego no trato de desprestigiar el trabajo de estas personas, pero es frustrante ver que todas tienen algo en común: han llegado a donde han llegado gracias a sus seguidores. Y ahí es donde está el problema de aquellos que acaban de empezar en el mundo del arte o muchos otros artistas que, sin importar el tiempo que lleven, nunca han conseguido llegar a un número determinado de personas con sus trabajos.

Los seguidores de un artista es un factor que determina en gran medida el éxito de dicho artista. No importa cuánto trabajes en tu obra, no importa cuánto empeño le pongas, no importa si tienes talento, una idea genial o has conseguido hacer algo grande; nada importará tanto como conseguir difusión. Y es en la difusión donde entran los amigos, los contactos y los seguidores del autor.

Es normal entonces que luego leamos historias que parecen copias las unas de las otras, monótonas y aburridas, y pasemos por alto muchas otras historias innovadoras, atrayentes y que te enganchan desde el primer momento. ¿Por qué? Porque nadie te ha hecho llegar esa historia tan fantástica, porque nadie ha querido compartirla. Quizá porque nadie ha querido siquiera echarle un vistazo, porque esa persona no tiene amigos o seguidores que compartan su obra y se quedará para siempre en el anonimato, esperando con ilusión pero sin esperanza que llegue el día en que alguien le dé una oportunidad y arranque la tapadera que le impide salir de ese pozo negro. Aunque el resultado más posible es que se desmotive, se desanime, la ilusión se desvanezca lentamente y acabe abandonando su trabajo a la mitad.

Aunque escribamos, dibujemos, cantemos, compongamos o hagamos lo que queramos hacer porque nos gusta, a todos nos gusta ver que la gente aprecia nuestro trabajo. Porque detrás de cada dibujo, de cada historia o de cada canción, por citar algún que otro ejemplo, hay un gran esfuerzo, horas de trabajo, mucho empeño y una ilusión que se verá rota si siente que todo aquello ha sido en vano porque nadie parece apreciarlo. ¿Y cómo se puede evitar que esta persona se sienta frustrada? Apoyando su obra.

Compartir la obra de alguien no cuesta ningún trabajo. En Twitter un simple RT es suficiente; las páginas como Blogspot, YouTube, Wattpad y otras muchas redes llenas de obras de artistas desconocidos tienen un botón para publicar en tu perfil un enlace para que tus amigos puedan apreciar esa misma obra; incluso puedes compartir las publicaciones de Facebook en tu tablón. Todo esto se traducirá en futuras visitas que animarán y harán muy feliz al autor, quien, agradecido por la valoración y las opiniones de los demás, posibles seguidores que acabe teniendo, seguirá trabajando para sacar más y más proyectos. Por eso quiero haceros una petición:

Si algún día os topáis por casualidad con el trabajo de alguien poco conocido, o tenéis algún amigo artista, y os gusta su trabajo no dudéis en compartirlo, sobre todo si queréis que siga haciendo más cosas. Es tan fácil como pulsar un botón o enseñárselo a alguien a quien creáis que le puede gustar. Solo se trata de dar difusión y que ese artista tenga un motivo para seguir haciendo lo que hace sin acabar frustrándose. Porque el trabajo de un artista no es tan fácil como parece. Escribir no se trata solamente de teclear cosas al azar, la fotografía no se trata de pulsar un botón, el diseño no consiste en que un programa te lo haga todo, dibujar no es tan fácil como dar simples pinceladas, cantar no es tan sencillo como parece. El trabajo de un artista es muy complejo y está lleno de baches, y una ayuda tan simple como pulsar un botón y hacer que otras personas vean ese trabajo puede hacer muy feliz a su autor.