martes, 5 de junio de 2018

LGBT y ACE. ¿Exclusión o aceptación?

Es el mes del orgullo LGBT, un mes donde las personas del colectivo LGBT pueden ser quienes son públicamente sin ser estigmatizadas y libres de una opresión sistemática que se encarga de cerrar las puertas del armario. Es un mes de visibilidad, de festejos, de, como el propio nombre indica, orgullo. Pero las discusiones recientes en las redes sociales hacen que más que festejo parezca un campo de batalla, y que la visibilidad y el orgullo solo sea un derecho exclusivo para quien tenga acreditación. Sí, no es la primera vez que se debate, o discute, la inclusión del colectivo ace en el colectivo LGBT, y parece que a parte del segundo colectivo se le olvida momentaneamente la opresión que sufre para ejercerla sobre los primeros. Como he dicho por Twitter y quiero reiterar aquí, esto que diré no es más que una opinión mía personal, y estaré encantada de debatir con quien venga a mostrar respeto. En caso de que vengas a insultar daré por hecho que es porque te aludiste a una descripción que solo se corresponde a una mínima pero ruidosa parte del colectivo, ergo formas parte de esa minoría ruidosa que, ya sea por venganza o ya sea por ser basura, ejerce esa opresión.

Antes de nada vamos a dejar claro que el colectivo ACE sí debería tener un colectivo propio desde el cual ahondar en temas que solo les afecte a ellos y donde puedan luchar por sus derechos y su propia visibilidad. Así como las personas trans ejercen su propio transactivismo y es apoyado por personas ajenas al colectivo, las personas ACE también deberían hacer lo mismo. ¿Eso significa que no pueden tener su espacio en el colectivo LGBT? Al contrario, claro que lo necesitan. Tengamos clara una cosa: ellos son los primeros en apoyarnos, en luchar a nuestro lado, en dejarse la piel para defender nuestros derechos y defendernos de la opresión sistemática de una sociedad heteropatriarcal. No solo es que deban tener un espacio en nuestro colectivo, es que se lo merecen, quizá, incluso más que otras personas que, solo por su condición, ya están incluidas. Además, tenemos que tener en cuenta también que en una sociedad donde el sexo juega un papel tan fundamental las personas asexuales se sienten excluidas. Os lo explico mejor:

Estáis de fiesta, habéis ido a un bar y conocéis a alguien con quien sentís que hay conexión, ya sea sentimental o atracción sexual. Habéis estado hablando durante un buen rato y queréis tener algo con esa persona. Para las personas homosexuales, ¿acaso no os preocupa que la otra persona sea hetero y las cosas cambien entre vosotros? Para las personas trans: ¿no es cierto que tenéis miedo de que os rechacen por vuestra identidad? Pues lo mismo pasa con las personas asexuales, que tienen miedo de que su falta de interés por el sexo sea un impedimento para la otra persona. Y no me digáis que no es lo mismo porque sí que lo es. Que vuestra fijación en ser respetados os impida ver que otras personas carecen de ese respeto no cambia las cosas. A veces se nos olvida que tanto ser homosexual como ser transgénero no es algo que se note a simple vista hasta que llega la hora de socializar. Al igual que nadie por la calle sabe que eres asexual, tampoco se sabe a simple vista quién es homosexual o quién es trans, salvo, en este último caso, dependiendo de determinados factores. Y no creáis que por ser asexual solo te expones a que te rechacen, en absoluto. ¿Os suenan las violaciones correctivas? No solo las sufren las personas homosexuales para intentar conducirlas a ser hetero, también las sufren las personas asexuales por la idea de que algo debe ir mal para que no te guste el sexo.

Ahora bien, he escuchado a exclusionistas más moderados llegar a admitir que depende de la socialización pero eso no es suficiente para que abandonen la idea de que el colectivo ACE no merece un espacio en el colectivo LGBT. El motivo es porque algunas personas son heterorrománticas y, para ellos, es lo mismo que ser heterosexual, por lo que ya quedan excluidos. Paremos un momento para explicar esto. No, el heterorromanticismo no es lo mismo que la heterosexualidad, son dos cosas que si bien comparten el prefijo "hetero" no tienen nada que ver. El primero solo tiene relaciones afectivas, amorosas, con personas del género opuesto. El segundo tiene, además, interés en mantener relaciones sexuales con esas personas. Y esa diferencia, por muy tonta que os parezca, es más grande de lo que creéis. Una persona asexual heterorromántica se arriesga a que su pareja emocional quiera llevar la relación a algo más carnal, y todos sabemos las distintas opresiones que pueden darse en pareja. Aquí un pequeño inciso a la basura que argumenta "pues te buscas otra pareja si tu pareja quiere tener sexo". ¿Le dirías eso a una mujer que ha sido violada por su pareja, o que ha acabado teniendo sexo sin quererlo porque su pareja sí quería? ¿Le soltarías a una mujer que ha sido forzada a follar con su pareja, o que sufre de maltrato psicológico por parte de su pareja, que la solución es dejar a su pareja y se acabó el problema? Dadme un segundo, voy a buscar ambientador para camuflar ese tufo a hipocresía barata y acefobia.

Una vez explicada la diferencia entre heterorromanticismo y heterosexualidad creo que sobra decir que esa opresión sistemática surgida de la heteronorma no tiene nada que ver en las relaciones de la primera. La atracción sexual y la atracción sentimental deberían estar separadas en sus respectivas orientaciones. Yo puedo sentir deseo sexual por una mujer y deseo romántico por un hombre, ¿y eso me haría ser bisexual? No me gusta de la misma forma un hombre que una mujer, y sé que ser bisexual no significa que tengan que gustarte al mismo grado ambos géneros pero pudiendo diferenciar ambas atracciones, ¿por qué no hacerlo? No es tan complicado. Me voy a poner a mí misma como ejemplo para que sea más claro todo:

Yo soy lesbiana, me gustan las mujeres, me acuesto con mujeres, me excitan las mujeres. En cambio un hombre sí puede atraerme sentimentalmente, pero no me excita, no siento deseo por acostarme con un hombre. Y no, no es por su pene, existen las mujeres con pene y, a pesar del rechazo que tengo hacia los penes, valga la redundancia, soy capaz de sobreponerme a mi experiencia e irme a la cama con una mujer trans. En cambio, con un hombre trans la cosa cambia, no sé si me vería capaz de ello por la sencilla razón de que es un hombre y que, como tal, podrá ejercer sobre mí, gracias a su situación de poder, su opresión. Y, eh, tiene vagina. ¿Debo definirme como bisexual solo para simplificar las cosas, creando confusión y una situación incómoda en la que, por decir que soy bisexual, le tengo que explicar a un tío que me gusta sentimentalmente pero no puedo irme a la cama con él, o nos ahorramos de complicaciones y me defino como lesbiana heterorromántica? Al final lo más "complicado" se vuelve lo más sencillo.

Como último apunte quiero desmontar el argumento de "por ser hetero no eres parte del colectivo". ¿Cuántas personas transgénero son heterosexuales? Muchas, y no por ello están excluidas del colectivo, forman parte por ser trans. Lo mismo tendríamos que decir sobre las personas asexuales, y con más razón porque no son heterosexuales sino heterorrománticas. Ya dije que hay una gran diferencia entre la heterosexualidad y el heterorromanticismo, y sigo manteniéndome firme sobre esa idea de diferenciarlo. Y al igual que las personas trans forman parte del colectivo LGBT independientemente de su orientación sexual, las personas asexuales deberían formar parte también, con más razón aún, por su orientación sexual, al margen de su orientación sentimental.

Pero, como mencioné también más arriba, debería haber, al margen del colectivo LGBT, otro colectivo para las personas asexuales donde profundizar en su propia opresión y luchar por su visibilización. Mientras el colectivo LGBT ahonda en la libertad sexual, centrándose más en la libertad de elegir con quién acostarse y no en la libertad de no acostarse con nadie, gran parte del colectivo ACE se sentirá no solo excluido sino incómodo por su rechazo o falta de interés en el sexo. Por esta razón, aunque deba tener un espacio dentro de ese colectivo donde poder sentirse seguros y aceptados y reciban apoyo de otras personas igual de oprimidas que ellos, el colectivo ACE también debería desentenderse a la hora de visibilizarse a sí mismo formando un movimiento desde el cual puedan luchar por su propia visibilidad.