jueves, 12 de noviembre de 2015

Un adulto mediocre

Soy un adulto mediocre. Me paso el día llorando, tirado en la cama, abrazándome a un peluche y enamorado de un personaje ficticio. Como hombre soy un completo fracaso. Cada día me doy más asco, pero no encuentro la forma de cambiar las cosas, de salir de mi depresión, de luchar por algo, cualquier cosa. Siento que mi vida es una pérdida de tiempo, que soy un absoluto inútil, que no sirvo para nada. Así, día a día, me doy cuenta de lo mediocre que soy, envidiando a aquellas personas que son capaces de sonreir todavía. Debe ser maravilloso tener un motivo por el que sonreir, ¿cierto? Y yo me pregunto, ¿cómo se siente ser feliz?

He perdido la motivación por todo aquello que he emprendido. Cada día me prometo a mí mismo que al siguiente volveré a ponerme con ello y, al final, todo es una pantomima, una mentira más. Pero no podéis imaginaros lo que me cuesta hacer hasta la tarea más rutinaria. Me paso el día entero llorando, tirado en la cama, abrazado a un peluche. Soy un completo fracaso, como hombre y como adulto.